Hacia la inmensidad del cielo
en un viaje interminable
alguien pasó a ser estrella
Una estrella inolvidable
Aquí en la tierra han dejado
Almas que buscan respuestas
Para olvidar un poquito
ese puñado de penas.
Penas que dicen a gritos
Protéjanse por favor
Que el cielo no necesita
más estrellas de dolor
Miles de ángeles alados
Kerubines del amor
Guíennos en esta vida
de tanta furia y temor
Para que esta lucha eterna
de conciencia y de razón
tenga un triunfo contundente
No más muerte no más dolor.
Qué nos pasa, qué buscamos
en éste mundo de hoy
donde vivir apurado
parece que es lo mejor.
Si el llegar es lo importante
tarde o temprano da igual
Si al final de ese camino
alguien nos viene a abrazar
En cambio ese abrazo tibio
en el aire quedará
Si la imprudencia traidora
se interpone sin piedad
Autor: Aldo Tello – General Cabrera, Córdoba