“Con mi familia nos proponíamos viajar a Brasil con un grupo de amigos, salimos el sábado 5 de enero a las 6:30 de la mañana en una Chevrolet Meriva”. Jorge arranca muy tranquilo el relato de ese terrible día.
“Apenas salimos de casa comenzó una fuerte lluvia. Paramos en una estación de servicio a la salida de la circunvalación de Córdoba en la que nos esperaban un matrimonio para viajar y continuamos rumbo a San Francisco viajando por ruta 19, llegando a la localidad de La Francia”.
Tras recorrer una recta la familia se encontró en una curva cerrada, completamente cubierta de agua debido a que la banquina está más alta que el asfalto y no drena el agua. “Cuando entramos en dicha curva el auto perdió tracción en las ruedas traseras y perdí el control del vehículo, en ese momento lo único que intente hacer fue tratar de enderezar el auto pero se cruzó de carril impactando con otro auto que circulaba en el carril contrario. Al impactar de costado y en la trompa del auto comenzamos a hacer un trompo y por suerte el auto se detuvo en la banquina”, cuenta Jorge.
Tras el impacto, este vecino de la ciudad de Córdoba aseguró que lo único que recuerda “es ver a un camión pasar por el carril contrario y el impacto. Gritos. Miro a mi mujer y a mis hijos para saber como están. Son fracciones de segundo, y no tenés tiempo de pensar ni de reaccionar de la mejor manera, nadie está preparado para pasar por una situación así”.
Afortunadamente, Jorge y su familia es muy cuidadosa. Todos iban con cinturón de seguridad y los niños, en el asiento trasero, sentados y sus respectivas sillas de contención.
“Cuando bajás a tierra, cuando aflojas los nervios, pensás en mil formas distintas en las que podrías haber actuado para evitar lo que pasó, pero ya es tarde. Te pasó. A mi familia nos salvó la vida estar atados con los cinturones, en el caso de que alguien de nosotros no fuera atado seguramente estaríamos hablando de otra cosa, ya que con el trompo y la fuerza de gravedad en el impacto alguien podría haber salido despedido del auto”.
Esta experiencia volvió a Jorge en una suerte de “víctima calificada” para aconsejar a la hora de salir de viaje. Y si bien desde el portal de la Campaña de Concientización Nacional Estrellas Amarillas ya alertamos sobre qué hacer cuando se planea salir a cualquier ruta, nunca está de más recalcarlo.
Algunas ideas
“Las recomendaciones son muchas después que te pasan cosas así y lo podés contar te das cuenta de muchas cosas”:
- Las rutas argentinas no están en muy buenas condiciones eso hace que si manejas en días de lluvia lo tenés que hacer extremando las precauciones y de ser posible si es mucha el agua que cae parar en una estación un rato esperando que deje de llover.
- Antes de salir hacer una buena revisación del auto, por cualquier cosa que pudiera estar en condiciones extremas de funcionamiento (frenos, luces, limpia parabrisas, sapito, balizas, guiños, etc.)
- Ultimar esfuerzos entre toda la familia para no llevar equipaje de más, primero para que sea más simple la carga y descarga, y además para evitar cargar equipaje entre los asientos traseros, o sobrecargar el baúl.
- Tener en cuenta antes de salir el estado de la ruta por la que se va a transitar.
- No salir con la idea de llegar a destino lo más rápido posible, ya que si es un viaje largo eso genera ansiedad y puede en cierta forma predisponer a realizar maniobras irresponsables.
- Y lo más importante de todo es siempre recordar que lo que transportamos en el auto es lo más preciado que tenemos en la vida y lo tenemos que cuidar no importa si llegas en dos o en tres días a tu destino si importa que podes perder en un segundo lo más hermoso que nos da la vida…